La Fiscalía General del Estado no ha dado información, se desconoce si la caída desde el octavo piso fue algo intencional o accidental
Francisco Javier Molina Salazar, el abogado que murió tras caer del octavo piso de la Ciudad Judicial de Chihuahua, se dedicaba a la defensa de los derechos de las mujeres y los niños en Delicias, donde hace tres años realizó una huelga de hambre afuera de la presidencia municipal por la desatención a diversos asuntos legales y violaciones a la ley.
Recordado como un hombre idealista que amaba defender a los grupos más vulnerables de la sociedad, Molina Salazar ejercía su profesión en esta la ciudad de los Vencedores del Desierto”, a la que llegó hace más de catorce años procedente del estado de Jalisco, su tierra natal.
“Nunca quiso cambiar su giro, porque amaba ese tema; él era un asiduo defensor de esos temas de los derechos de las mujeres y de los niños, es cosa que él defendía contra lo que se tuviera que atravesar. Aunque era un tema que a lo mejor no era económicamente muy redituable, él nunca le dio preferencia al tema económico”, evocó Jaime Verdugo García, colega y amigo cercano del finado licenciado.
Verdugo refirió que Francisco Javier Molina atendía muchos de sus asuntos en su despacho ubicado en la Colonia del Empleado, al norte de la ciudad. Ahí atendía casos de mujeres y niños que tenían problemas, muchas de las veces sin cobrarles un solo peso.
También era recordado por su trato amable con las personas, ya que tenía la costumbre de regalar dulces en la calle, en los juzgados, en su despacho o donde quiera que estuviera.
Respecto a la muerte del abogado, Jaime Verdugo dijo que no se explican cómo sucedió porque la Fiscalía General del Estado no ha dado información, por lo cual desconocen si la caída desde el octavo piso fue algo intencional o accidental.
Mencionó además que posiblemente el cuerpo de su amigo sea incinerado, pero esto dependerá de las autoridades. Al abogado Molina, que tenía 63 años de edad, le sobrevive solamente su esposa Irene Terrazas, pues no tuvo hijos.
Cabe recordar que el 3 de abril de 2019, Francisco Javier Molina emprendió una huelga de hambre en la explanada de la presidencia municipal, para expresar su inconformidad porque varios asuntos, tanto del municipio como del Ministerio Público, no eran atendidos debidamente por las autoridades.
En aquella ocasión manifestó que el gobierno local había incurrido en muchas violaciones, pues llevaban un par de juicios en relación con el problema de Catastro y había faltas en el proceso de dos ex funcionarios involucrados en la venta fraudulenta de terrenos.