Desde que se dio a conocer el hallazgo de más de 380 cuerpos sin cremar en el crematorio Plenitud, ubicado en la colonia Granjas Polo Gamboa, la señora Sanjuana Salas Sánchez vive una pesadilla. La incertidumbre comenzó al sospechar que las cenizas entregadas como los restos de su madre, Hilaria Sánchez Ramírez, podrían no ser auténticas.
“Me siento defraudada, porque nos hicieron creer que nos habían entregado las cenizas. Y pues no sabemos si es o no. Es complicado, porque no la tengo aquí, la tengo en Durango”, expresó entre lágrimas.
Salas relató que al conocer el caso revivió el dolor del duelo. El temor constante de que los restos de su madre estén entre los cuerpos asegurados por la Fiscalía le impide tener paz.
“Solo quiero tener la certeza de que los restos que tengo son de mi mamá, porque no concibo estar rezando a una persona desconocida”, confesó con voz quebrada y el semblante triste.Explicó que verificar la identidad de los restos implica asumir gastos significativos: “Primero tengo que pagar para abrir donde está sepultada, y luego para traerla hasta Juárez. Es un proceso largo y costoso”, lamentó.
Aunque el procedimiento es complejo, no descarta iniciar los trámites para exhumar y trasladar los restos a Ciudad Juárez, con el fin de solicitar pruebas que le confirmen su identidad. “Necesito estar tranquila, ya no vivir con esta ansiedad”, añadió.
Por lo tanto, la afectada hizo un llamado a las autoridades para que agilicen la identificación de los cuerpos localizados en el inmueble asegurado por la Fiscalía General del Estado.
“Que nos den respuesta rápido, porque dicen que pueden tardar hasta dos meses o poco más, y pues estamos con la incertidumbre de si nos la entregaron o no”, reclamó.
Como parte de las indagatorias, el pasado martes se realizó un cateo en la vivienda del propietario y de un empleado del crematorio Plenitud, en busca de indicios que fortalezcan la carpeta de investigación.
La Fiscalía General del Estado mantiene abierta la investigación y ha reiterado que se están siguiendo los protocolos correspondientes para lograr la identificación plena de los cuerpos hallados.
