Ante el deterioro de las carreteras federales en el estado de Chihuahua, la Asociación de Transportistas de Carga de Ciudad Juárez propuso que el Gobierno Federal concesione tramos carreteros y se implemente el cobro de peaje, siempre y cuando se garantice su mantenimiento y reparación constante, así lo expresó el presidente del organismo, Manuel Sotelo Suárez.
El líder transportista señaló que la falta de mantenimiento y las fuertes lluvias recientes han dejado tramos en pésimas condiciones, lo que genera demoras en la entrega de mercancías, eleva los riesgos de accidentes y aumenta hasta en un 20% los costos de mantenimiento de las unidades por daños en suspensión, llantas y refacciones.
“Las carreteras federales están muy dañadas, llenas de baches por la lluvia y el abandono. Pero lo más preocupante es que hay estados con tramos aún peores que los de Chihuahua”, advirtió Sotelo Suárez, tras reunirse con integrantes del gremio transportista.
En ese contexto, el representante del sector sostuvo que, si bien el cobro de peaje no es lo ideal, saldría más barato para los transportistas pagar por circular en vías bien mantenidas que seguir asumiendo pérdidas por retrasos y reparaciones constantes. “A nosotros nos gustaría que se concesionaran las áreas federales. Nos sale más barato pagar un peaje que perder tiempo y dinero”, afirmó.
Explicó que en las últimas décadas, el crecimiento de la infraestructura carretera en México ha sido a través de concesiones, con resultados más eficientes en términos de conservación vial y mejora continua de los tramos administrados por particulares.
Sotelo Suárez destacó que, a diferencia del gobierno, los concesionarios sí cuentan con recursos para dar mantenimiento oportuno y, además, al firmarse una concesión, el gobierno puede establecer condiciones estrictas que garanticen la calidad y seguridad de las carreteras.El dirigente agregó que actualmente muchas empresas transportistas en la región enfrentan altos costos operativos y retrasos logísticos, lo que también afecta la competitividad de la industria y la confianza de los clientes nacionales e internacionales.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades federales para valorar esta alternativa como una solución estructural y sostenible, que podría beneficiar no solo al gremio transportista, sino también a todos los usuarios de las carreteras del país.






