No hay peso ideal, sino que la persona se sienta bien con su cuerpo, según la OMS
El sobrepeso y la obesidad se han convertido en un problema importante de salud y de altos costos de atención en México y en el mundo, si se toma en cuenta que datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que cada año mueren en el mundo 2.8 millones de personas por problemas asociados a sobrepeso u obesidad, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño, fallo hepático, afecciones musculoesqueléticas, depresión y ansiedad.
La académica de la Facultad de Psicología (FP), Cecilia Guadalupe Silva Gutiérrez aseveró al respecto que datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición en nuestro país señalan que “la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos mexicanos de 20 años y más es de 72.5 por ciento, de los cuales las más afectadas son las mujeres con una prevalencia de 75.6 por ciento, en tanto que en los hombres es del 69.4 por ciento.
Enfatizó que no existe el peso ideal, ya que éste depende de la constitución del individuo, altura, actividad, condición física, edad y sexo y no se puede generalizar, pero tampoco hay que tratar de encajar en algún modelo o figura; lo importante es que la persona se sienta contenta con el cuerpo que tiene y mantener un peso saludable.
En este mismo sentido, subrayó que es muy cierto que las personas pueden tener prácticamente en sus manos “afrontar mejor nuestras emociones, sentirnos mejor con nosotros mismos y cambiar de hábitos”.
Asimismo, refirió que la OMS reporta que hace 50 años era mayor la cantidad de personas con bajo peso que con obesidad, sin embargo, de 1975 a la fecha se ha triplicado a nivel mundial el número de personas con este padecimiento, por lo que ha sido considerada como una pandemia no infecciosa, “debido a que hoy consumimos una gran cantidad de alimentos ultra procesados cargados en sal, azucares y grasas, además del sedentarismo”.
La académica del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), Margarita Maass Moreno, recordó que lo que comemos tiene efectos positivos o negativos en nuestro organismo; tiene que ver con la calidad de los alimentos y con la cantidad, y el hecho de que cada vez se registre un mayor número de personas que viven con obesidad, está relacionado con lo que ingerimos; además, es esencial entender que las enfermedades crónico-degenerativas, como la hipertensión arterial, son silenciosas, y en consecuencia no hay molestia que le indique a la persona que debe cuidar su salud.
Hablar de La salud, puntualizó, es más que la ausencia de padecimientos, tiene que ver con la mala información que hay en internet y en las redes sociales, por lo cual la población debe ser cuidadosa con suplementos y medicamentos para bajar de peso que se anuncian por estos medios, incluso con lo concerniente a la alimentación.
En cuanto al control de peso, Carmen Hernández López, licenciada en Nutrición y Bienestar Integral por el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, recordó que no es necesario hacer dietas restrictivas, ya que esto disminuye nuestro metabolismo y, por lo tanto, gastamos menos cantidad de calorías, por lo que cada comida debe incluir los tres grupos principales de macronutrientes: proteínas, grasas y carbohidratos, nuestra principal fuente de energía, aun cuando son satanizados, ya que no existen alimentos buenos o malos, sino porciones y hábitos alimenticios; “lo único que no podemos consumir son aquellos que nos causan alergia o por alguna comorbilidad hay que restringirlos, pero ninguno debe prohibirse”.